Gracias a Internet, redes sociales, móviles y videojuegos las consecuencias del aislamiento físico se suavizan. Las posibilidades de relacionarnos, trabajar, aprender o disfrutar de nuestro ocio han ido trasladándose a las pantallas de ordenadores, tabletas, móviles y consolas. La reclusión obligatoria permite explorar oportunidades que nos brinda la sociedad digital conectada.
Para optimizar este saldo positivo hay que prestar atención a cómo disfrutamos este uso sin exceso y de la manera más provechosa. Con este fin, PantallasAmigas, Twitter y Fundación MAPFRE promueven esta serie de recomendaciones paras ayudar a las familias en esta labor, Por supuesto, deben ir acompañadas de las imprescindibles prácticas relativas a garantizar las condiciones de seguridad y privacidad de los dispositivos y aplicaciones conectadas.