En México no existen indicadores específicos sobre violencia sexual infantil, a pesar de ser una de las formas más graves de violencia. Sin embargo, de acuerdo a encuestas de victimización, se estima que una de cada diez mujeres fue abusada sexualmente durante su infancia (ENDIREH, 2016).
Alumbra es una iniciativa de Early Institute, que reúne a más de 40 aliados en una Comunidad de conocimiento y práctica. Tiene por objetivo prevenir la violencia sexual infantil en México, a través de la generación de conocimiento y el desarrollo de capacidades de actores clave para enfrentar la problemática.
Comunicamos la gravedad de la violencia sexual infantil y la urgencia de atender el problema.
Difundimos contenidos que amplían las capacidades de actores clave en la prevención.
Damos a conocer la magnitud de la problemática con información actual y accesible.
Consideramos que el trabajo colaborativo es la esencia de la Comunidad.
Promovemos acciones preventivas que hagan parte a toda la sociedad.
Desarrollamos propuestas para mejorar la actuación del aparato público.
Alumbra se basa en el Modelo del Espectro de la Prevención que identifica múltiples niveles de intervención los cuales son complementarios y, en su conjunto, producen una sinergia que resulta en una mayor efectividad de la que sería posible al implementar cualquier iniciativa individual o lineal.
El Modelo reconoce cinco ejes de acción:
Generar conocimiento y soluciones de política pública.
Generar conocimiento sobre indicadores, cifras y casos que permitan dimensionar la magnitud del problema. Así como, desarrollar recomendaciones y estrategias para mejorar políticas que incidan en la reducción de la violencia sexual en contra de niñas, niños y adolescentes.
Mejorar prácticas organizacionales.
Examinar las prácticas de organizaciones de la sociedad civil, organismos internacionales, autoridades y actores clave en la prevención de la violencia sexual en contra de niñas, niños y adolescentes, e incentivar la adopción de normas y experiencias basadas en evidencia.
Educar a quien educa.
Formar a profesores, trabajadores sociales y todo agente clave en el desarrollo de habilidades y conocimientos para la prevención de la violencia sexual en contra de niñas, niños y adolescentes.
Promover la educación comunitaria.
Educar a grupos de personas de la comunidad (familias, escuelas, policías, médicos, entre otros) con información y recursos para promover prácticas de prevención de la violencia sexual en contra de niñas, niños y adolescentes.
Fortalecer conocimientos y habilidades individuales.
Mejorar la capacidad individual para prevenir la violencia sexual en contra de niñas, niños y adolescentes, a través de la transmisión del conocimiento, la formación de habilidades y la promoción de la seguridad personal.