De acuerdo a la Comisión Nacional de Derechos Humanos CNDH en su Protocolo para la Protección y Atención de la violencia sexual en las escuelas, existen ciertas características personales y propias de la interacción con papás, mamás y cuidadores que son consideradas factores de protección ante la violencia sexual infantil y por lo mismo es muy importante fortalecerlas en el proceso de crianza.
Conoce las más relevantes:
- Desarrollo de una buena autoestima a través del apego seguro.Para prevenir cualquier tipo de violencia sexual, es fundamental que el niño, niña o adolescente, refuerce su autoestima sintiéndose amado y respetado. Una niña, niño o adolescente que se quiere a sí mismo está menos expuesto a la vulneración de sus derechos, pues tendrá conductas de auto-cuidado y pedirá ayuda en caso de necesitarlo.
- Valoración de su cuerpo.
Es fundamental que el niño, niña o adolescente conozca y nombre cada parte de su cuerpo, tomando conciencia de su valor y la necesidad de cuidarlo.
- Buena comunicación.
La comunicación con niños, niñas y adolescentes es fundamental, ya que se sienten valorados y aceptados. Si son escuchados y acogidos desarrollan más fácilmente la capacidad de expresar lo que les sucede.
- Expresión de sus sentimientos.
Se debe enseñar a niños, niñas y adolescentes a expresar lo que les acontece en su interior, a darse cuenta de lo que necesitan y a reconocer las sensaciones que producen bienestar y las que les son desagradables. Al reconocer sus emociones les será más fácil distinguir entre un trato amoroso y uno peligroso.
- Respetar sus propios límites.
En ocasiones se obliga a niños, niñas y adolescentes a ser cordiales y afectuosos con los demás y olvidamos respetar sus propios indicadores corporales, los que corresponden en muchos casos a mecanismos naturales de autoprotección. Al niño, niña o adolescente le es difícil negarse a la demanda de una persona adulta, pues cree que por el simple hecho de ser mayor tiene que aceptar y ser complaciente ante su deseo.